MEDIDAS PARA SALIR DE LA CRISIS POR LA CEOE
La CEOE, Conferencia Española de Organizaciones Empresariales, presentó el pasado miércoles un paquete de medidas a su entender apropiadas, mediante documento de propuesta, con el fin de ayudar al próximo Gobierno a salir de la crisis, medidas que han suscitado una gran polémica. Ha recogido como medida, entre otras, la “introducción de mecanismos de moderación de la demanda con la participación de los usuarios en los servicios públicos congestionados”, lo que viene siendo que para recortar el gasto público lo más conveniente sería implantar un copago discriminatorio por el que los ciudadanos que, en función de su renta pudiesen permitírselo, abonasen parte del uso que ellos mismos hagan de los servicios públicos, como la sanidad, al entender que el momento económico en el que estamos inmersos no es el adecuado para solicitar reducciones en las cotizaciones, al ser una de las principales preocupaciones de los empresarios la consolidación fiscal.
Asimismo, dentro del paquete de medidas, la CEOE propuso una disminución de los tipos de contratos, de los cuarenta y tres existentes a seis; esto es un contrato indefinido, uno temporal, uno fijo discontinuo, uno de obra y servicio, uno indefinido y uno de formación; teniendo el contrato indefinido un despido más barato para las empresas reduciendolo a veinte días por año trabajado, con un máximo de doce mensualidades, parcialmente subvencionado por el FOGASA con el pago de ocho de los veinte días. Por otro lado, en el caso de los despidos objetivos por causas económicas la reducción debería ser a doce días, pidiendo que se flexibilicen los contratos a tiempo parcial y de formación, se elimine la indexación salarial, esto es el aumento salarial, al IPC en los convenio colectivos, regulándose el derecho de huelga (fundamentalmente en servicios esenciales) y se puedan desplazar los días festivos a los lunes.
Ante este paquete de medidas propuesto para el nuevo gobierno que salga de las urnas el 20-N, el actual Ministro de Trabajo ha respondido que, aunque en España los costes del despido improcedente son altos, no así los del despido procedente, y que despedir en España es fácil.